Después de seguir durante unos días a Cocotte & Co en Facebook, tenía ya ganas de lanzarme a la gastroaventura cottage y visitar este lugar en el que igual dan de comer que de merendar en un ambiente de lo más inglés con una decoración de revista de campo, en dos colores: blanco y aguamarina.
El lugar no me defraudó para nada. Creo que es uno de los sitios más bonitos de la ciudad en los que hacer un alto en el camino para tomarse algo o incluso comer, como hice yo con mi familia el sábado pasado.
Si bien es cierto que me esperaba una carta más amplia y más europea -cosas que me monto yo en la cabeza sólo por inspiración social-, fue una carta que me agradó de primeras y que me sorprendió al ver en ella hasta un clásico marroquí que me encanta: tajine.
Todo lo que pedimos nos gustó. Comida correcta, buena materia prima y presentación cuidada. Pero si tengo que poner en la balanza sabor y ambiente, me quedo con el ambiente. De modo que le auguro una larga vida en su modalidad “entre horas” en la que su bakery es la reina y en el brunch -pocos sitios ofrecen este servicio de almuerzo-comida, típico americano, en la ciudad-.
El servicio es rápido y muy amable. El restaurante estaba lleno y todos los platos salieron rápidos y en su punto de cocción o maceración. Eso sí… tuvimos que amoldarnos a lo que quedaba de la carta, pues algunos platos y postres no estaban disponibles en ese momento, así que me quedé con las ganas de probar el foie.
Comida para 2 personas: 43 euros
3 cervezas
1 agua de litro
Tartar de atún
Verduras en tempura
Tajine
Tiramisú
1 cortado